El primer vehículo eléctrico: Hace más de 200 años
La industria del automóvil ha experimentado una gran evolución a lo largo de la historia, desde los primeros carros impulsados por animales hasta los vehículos eléctricos que están revolucionando la movilidad actual. Pero, ¿sabías que el primer vehículo eléctrico fue creado hace más de 200 años?
Los primeros pasos hacia la electromovilidad
¿Sabías que los coches eléctricos son más antiguos que los vehículos de combustión? Sí, aunque parezca sorprendente, la historia de los coches eléctricos se remonta a la primera mitad del siglo XIX.
El científico húngaro Anyos Jedlik diseñó un motor eléctrico en 1824, lo que inició el camino hacia los vehículos eléctricos. Sin embargo, en aquellos tiempos, hubo muchos inventores de artefactos eléctricos, lo que dificulta atribuir la paternidad de este tipo de movilidad a un solo hombre. La idea inicial era proporcionar a los coches de caballos un motor eléctrico para convertirlos en vehículos que se movieran por sí solos.
En 1834, el herrero norteamericano Thomas Davenport construyó un pequeño modelo capaz de moverse en círculos, pero no podía soportar el peso de su propia batería ni el de un hombre. Mientras tanto, en Holanda, el profesor Sibrandus Stratingh diseñó un triciclo completamente eléctrico, pero no tenía suficiente espacio para una persona y estaba equipado con una batería no recargable.
La historia de los coches eléctricos es larga y fascinante, y ha llevado a la creación de vehículos eléctricos modernos con características y beneficios impresionantes para la movilidad sostenible.
El prototipo del primer vehículo eléctrico
En los primeros años de la electromovilidad, Europa se destacó por sus ideas innovadoras. En 1839, el empresario escocés Robert Anderson construyó el primer prototipo eléctrico después de estudiar los proyectos de Jedlik y Davenport. Este modelo podía transportar a varias personas, lo que representó un gran avance en comparación con los otros intentos, que eran muy rudimentarios. Mientras tanto, los vehículos de combustión seguían siendo solo un sueño, lo que permitió que la movilidad eléctrica se hiciera un hueco entre los coches de caballos, invento tras invento.
Cuarenta años más tarde, gracias a las mejoras de la pila eléctrica, el inventor francés Gustave Trouvé mostraría un vehículo de tres ruedas también eléctrico durante la Exposición Internacional de París de 1881.
El primer vehículo eléctrico de la historia
A finales del siglo XIX, los fabricantes de carruajes empezaron a ver el coche eléctrico como una gran solución para liberarse de la tracción animal. Jacob Lohner, un empresario austriaco, también se sumó a esta tendencia y decidió convertir su fábrica en Viena en una factoría de coches eléctricos. Para ello, encargó a Ferdinand Porsche, un joven ingeniero austriaco, la construcción de su primer vehículo eléctrico. Más tarde, Ferdinand se convertiría en el patriarca de la famosa saga de modelos deportivos.
El Lohner-Porsche fue presentado en la Exposición Universal de París en 1889. Este vehículo eléctrico estaba propulsado por cuatro motores integrados en cada una de las ruedas y podía recorrer hasta 79 km con una sola carga, lo que fue considerado un gran avance para su tiempo. El modelo fue todo un éxito en la exposición, y los visitantes quedaron maravillados con su rendimiento y su novedosa tecnología. Desde entonces, el Lohner-Porsche ha pasado a la historia como uno de los primeros vehículos eléctricos de la época moderna, sentando las bases para el futuro desarrollo de la movilidad eléctrica.
La llegada del vehículo de combustión
A medida que el siglo XX comenzaba a desplegarse ante nuestros ojos, el innovador Thomas Edison, quien creía firmemente en el poder de la electricidad, trabajó arduamente para mejorar la autonomía de los vehículos eléctricos mediante la creación de una batería recargable de gran capacidad. Como resultado, a principios del siglo XX había más de 20 fabricantes de automóviles eléctricos en todo el mundo, y la industria seguía su marcha, aunque estos vehículos solo estaban al alcance de los clientes más adinerados.
Sin embargo, en 1908, cuando Ford inauguró la primera fábrica del mundo para producir coches de combustión en serie a precios más bajos y más accesibles, el vehículo eléctrico cayó en el olvido. Nació el Ford T y con él murió la primera apuesta por la movilidad eléctrica.
A pesar de esto, el interés por los vehículos eléctricos nunca desapareció por completo y, a lo largo de los años, la tecnología ha evolucionado hasta convertirse en una alternativa real y sostenible a los combustibles fósiles.
Los coches eléctricos vuelven al presente, y al futuro
Y es que, fue necesario aguardar varios años hasta la crisis del petróleo de los años 70 para que los coches eléctricos volvieran a ser objeto de atención por parte de fabricantes y autoridades.
Inicialmente, esta renovada apuesta por la electricidad en los vehículos se originó en el encarecimiento de los combustibles fósiles. No obstante, al mismo tiempo, surgía una nueva conciencia ecológica que comenzaba a presionar a los fabricantes para que crearan vehículos más sostenibles. Los años 90 fueron determinantes para el despegue de esta tecnología.
Hoy en día se puede encontrar increíbles coches eléctricos, como por ejemplo, el Seres 3, con 405km de autonomía.
Desde el primer vehículo eléctrico, la sociedad y la tecnología han avanzado considerablemente. La movilidad eléctria es pasado, presente y futuro.